QUÉ VER EN BERLÍN EN 7 DÍAS – GUÍA COMPLETA

• Führerbunker: en español, el búnker de Hitler. Hoy en día hay un parking para coches, así que no os asustéis si os lleváis una decepción, yo también me la llevé en su momento porque me esperaba algo espectacular. Aun así, merece mucho la pena que te expliquen toda la historia que ocurrió en ese mismo lugar hace muchos años.
• Monumento a los judíos asesinados en Europa: otro lugar histórico, de esos que te hacen pensar y cuestionarte en qué momento el ser humano pudo ser tan miserable y cometer semejantes atrocidades. Por favor, sed respetuosos y no os pongáis de pie encima del monumento, está muy mal visto. Sí que podéis sentaros, pero nunca poneros de pie a saltar de bloque en bloque.

• Muro de Berlín: bueno, realmente parte del muro, porque ya sabéis que el muro es enorme y todavía quedan muchos trozos por la ciudad para que nadie se olvide de lo que ocurrió allí.
• Checkpoint Charlie: se trata del más famoso de los pasos fronterizos que había en la capital alemana durante la Guerra Fría. Además de las personas que cruzaron la frontera con permiso, hubo muchos ciudadanos que huyeron de Berlín Este engañando a los militares que controlaban Checkpoint Charlie. Algunos tuvieron suerte y escaparon de las formas más habilidosas, pero, algunos otros, fueron interceptados y asesinados sin piedad.

Este recorrido con un Free Tour os llevará alrededor de 3 horas, ya que cada punto icónico tiene muchísima historia que contar. Una vez en Checkpoint Charlie podéis haceros unas fotos con los soldados actores americanos que están allí. Es curioso y un recuerdo diferente.

Desde Checkpoint Charlie fuimos caminando hasta la Catedral de Berlín, Berliner Dom en alemán para echar un vistazo a aquella zona y así que los demás días fuese más sencillo llegar a los sitios.

• Berliner Dom: impresiona por su imponente arquitectura y la decoración exuberante que alberga en su interior. Está cerrada al público hasta primavera de 2025. Precio de la entrada: 10 € para adultos, tarifa reducida: 7,50 €, audioguía: 3,00 € y niños menores de 18 años gratis. Horario: Lun – Sáb 9:00 – 19:00 y Dom 12:00 – 19:00.
• Max Engels Forum:se trata de un parque público en el distrito de Mitte en Berlín, capital de Alemania. El nombre es por Karl Marx y Friedrich Engels, autores del Manifiesto Comunista de 1848 y considerados los fundadores del comunismo. El parque fue creado por las autoridades de la RDA en 1986.
• AlexanderPlatz: es una gran plaza ubicada en el centro de Berlín, cerca del río Spree y el Palacio Real de Berlín, entre otros edificios históricos. Originalmente, se llamaba Ochsenmarkt o mercado del buey, y es uno de los centros neurálgicos de la ciudad, como Potsdamer Platz.  A nosotros nos pareció una plaza demasiado masificada y muy ruidosa, así que agradecimos no habernos alojado allí.

En nuestro tercer día en Berlín cogimos una excursión al campo de concentración de Sachsenhausen, situado a unos 40 km de Berlín.

La excursión empieza a las 10 de la mañana en la torre de la televisión de Alexanderplatz y tiene una duración de 6 horas entre el traslado, la visita guiada y la vuelta.

El Campo de Concentración de Sachsenhausen fue construido en 1936 por prisioneros de otros campos de concentración. El recinto, ideado como campo de concentración “típico e ideal”, trataba de plasmar la imagen del mundo del nacionalsocialismo y someter a los prisioneros al poder de las SS.

Entre 1936 y 1945, más de 200.000 presos “vivieron” en el campo de concentración. Los primeros prisioneros eran adversarios políticos del régimen nacionalsocialista, pero más tarde comenzaron a apresar también a algunos grupos que los nazis consideraban inferiores tanto racial como biológicamente.

Fueron muchos miles los que perecieron debido a las enfermedades, los trabajos forzados y el hambre, o bien fueron víctimas de las técnicas de exterminio masivo empleadas por las SS. El 22 y 23 de abril de 1945, cuando la pesadilla terminó, los soldados liberaron a más de 3.000 enfermos y médicos que aún se encontraban en el campo.

En agosto de 1945, el Campo de Concentración Sachsenhausen se convirtió en un campo especial soviético. Tres meses después de finalizar la guerra, cuando Europa se vio libre de las garras del nazismo, el servicio secreto soviético trasladó su Campo Especial n.º 7 a Sachsenhausen. En el campo se mantenía apresados a los funcionarios de bajo rango del régimen nazi, algunos perseguidos políticos y a una gran cantidad de personas que fueron detenidas arbitrariamente. El campo especial se convirtió en el más grande de la zona de ocupación soviética, hasta su desmantelamiento en 1950.

Durante los cinco años que el campo se encontró en funcionamiento pasaron por sus instalaciones unos 60.000 prisioneros, de los que más de 12.000 no lograron salir con vida. Después de los duros acontecimientos ocurridos en el campo a lo largo de los años, en 1961 comenzó su nueva labor como lugar conmemorativo.

Durante la visita al campo de concentración, se recorren los lugares que tuvieron mayor relevancia durante los años que se mantuvo operativo. A medida que el visitante se adentra en las instalaciones, puede sentir un escalofrío al imaginar las impensables barbaridades que ocurrieron en el extenso recinto. Algunos de los lugares más relevantes a la hora de la visita son los siguientes:

• Barracón 38: Ubicado en la zona conocida como “Campo Pequeño”, donde las SS hacinaron entre 1938 y 1942 a todos los prisioneros judíos, el barracón 38 es un museo que pretende ilustrar la vida de los prisioneros judíos durante su estancia en el campo. Aún se puede notar el olor a quemado en el barracón debido al incendio provocado por algunos antisemitas en el año 1992.
• Edificio de celdas de castigo: Se trata del edificio que sirvió como cárcel del campo y de la Gestapo. Allí, además de encerrar a los prisioneros más importantes, se torturaba y asesinaba sin piedad.
• Barracones destinados a la enfermería: No es ningún secreto que en el campo se realizaron miles de crímenes médicos, en los que se esterilizaba de forma forzosa, se asesinaba a algunos enfermos, o se realizaban peligrosos experimentos médicos a los internos.

Desde luego que Sachsenhausen no deja indiferente a nadie. Durante el recorrido por los barracones en los que se hacinaban los internos, os adentraréis en la dura historia que tuvo lugar en el recinto, visitando la enfermería, en la que muchos fallecieron debido a crueles experimentos, o tomando lugar en el patio en el que los hacían formar durante largas horas mientras algunos se desplomaban debido al agotamiento, el frío o el calor.

Aunque está casi todo destruido, es muy impactante de ver y pensar que hace no muchos años alguien decidió que era buena idea encerrar allí a personas que no pensaban igual a otras. De hecho, es una experiencia que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida para humanizarnos un poco de nuevo y ver por qué no se debe repetir esta atrocidad.

Fui a Berlín en el año 2017 con mi familia. Por aquel entonces hacía vlogs para mi canal de YouTube porque era algo que me encantaba y de esta forma era más fácil mostrar según qué sitios. Hice este video de Sachsenhausen con todo el cariño y respeto del mundo, por lo que si os apetece ver realmente cómo es el campo podéis echarle un vistazo:

Para nuestro cuarto día en Berlín fuimos al Tiergarten a dar un amplio paseo por la mañana. Se trata de un parque en el que los ciudadanos/as de Berlín desconectan del bullicio de la ciudad desde finales del siglo XVII.

Su cercanía a la Puerta de Brandeburgo, al Reichstag y al centro de la ciudad hacen que el Tiergarten sea un lugar ideal para reposar un poco en tu recorrido por Berlín. Dentro del parque tenéis diferentes monumentos que os recomendamos visitar:

• Columna de la Victoria:  es otro de esos monumentos de Berlín que se caracterizan por su reinvención con el paso de los años, así como en sus orígenes fue erigido como símbolo de victorias en guerras, en la actualidad y como contrapunto, es uno de los lugares en los que se celebra el  Día del Orgullo, por ejemplo.
• Monumento a los gitanos europeos asesinados en el holocausto: durante los años que Hitler campó a sus anchas por gran parte de Europa, sus víctimas no fueron solo los judíos. Si no que también se ensañó con otras comunidades como, por ejemplo, los gitanos. Siendo los principales afectados los sinti y los romaníes. Y de ahí este estanque conmemorativo en Berlín. Cuyo diseño corrió a cargo del escultor israelí Dani Karavan y fue inaugurado en 2012.

• Monumento soviético: su rapidísima construcción terminó apenas un par de meses después del final de la guerra. Y conmemora a los soldados soviéticos que lucharon por liberar a Europa del yugo nazi. De hecho, bajo las columnas, hay enterrados unos 2000 soldados del Ejército Rojo que murieron durante la batalla de Berlín. El monumento está, además, flanqueado por los dos primeros tanques T-34 del ejército soviético que entraron en Berlín en 1945.
• Monumento a Otto von Bismarck: justo al lado de la Columna de la Victoria se encuentra este otro monumento conmemorativo. En este caso, al militar y político prusiano Otto von Bismarck. Un actor clave en la unificación del Imperio Alemán a finales del siglo XIX y que fue popularmente conocido como el Canciller de Hierro.
• Palacio Bellevue: este palacio neoclásico en color blanco fue construido en 1785 para el hermano del rey Federico el Grande. Pero en la actualidad es la residencia oficial del Presidente Alemán.

Por la tarde teníamos otro tour más (por si los que llevábamos no eran suficientes): el tour del Berlín alternativo. Sinceramente, fue mi tour favorito porque te muestran la parte más chula de Berlín y su historia. El recorrido que hicimos fue el siguiente:

• Tränenpalast: en español Palacio de las Lágrimas, el lugar de la división alemana. Ahora convertido en museo, con objetos originales, documentos, películas y entrevistas a testigos de la época, se presentan los impactos de la división y la frontera en la vida diaria de los alemanes.
• Muro de Berlín: de nuevo, el muro es lo más importante del tour. Pero esta vez vamos a otra zona donde se encontraba el corredor de la muerte, esa zona que estaba entre las dos Alemanias y por la que era imposible pasar sin llevarte un tiro. En esta zona estuvimos bastante tiempo escuchando las historias de familias alemanas que pudieron escapar de la Alemania oriental hacia la occidental, la verdad que la realidad supera a la ficción.
• Mural Conrad Schumann: se trata del famoso militar que cruzó el muro y su salto fue inmortalizado para siempre.
• Chicken Dead Alley: a escasos 15 minutos de Alexanderplatz. Este callejón fue comprado por unos chicos en la época de Hitler, cuando no había libertad de expresión. Ellos decidieron comprar este callejón y así podrían pintar todo lo que quisiesen. Este callejón es un lugar para la expresión propia. También se encuentra el museo de Ana Frank.
• East Side Gallery: la famosa galería de los murales. Se trata de la sección continua más larga del Muro que sigue en pie. 118 artistas de 21 países empezaron a pintar la East Side Gallery inmediatamente después de la caída del Muro, en noviembre de 1989. La galería al aire libre se inaugura el 28 de septiembre de 1990. Un año después se declaró monumento histórico.

Y es que no podíamos venir a Berlín y no visitar su ciudad vecina: Potsdam.

Para ello cogimos la excursión a Potsdam, ya que preferíamos que alguien experto nos guiase y nos fuese explicando todo. El recorrido que hicimos fue el siguiente:

• El puente de Glienicke: famoso porque aparece en la película el puente de los espías, que en plena Guerra Fría se convirtió en un inusual escenario de intercambio de rehenes entre el mundo occidental y el comunista.
• Palacio Sanssouci: dimos un paseo por los jardines de este palacio rococó, que fue la antigua residencia oficial de verano de Federico II “El Grande”, rey de Prusia.
• Iglesia de la Paz: su arquitectura está inspirada en los monasterios del norte de Italia.
• Puerta de Nauen: uno de los accesos a la antigua muralla de Potsdam del siglo XVIII.
• Iglesia de San Pedro y San Pablo: data de finales del siglo XIX y está construida en estilo ecléctico.
• Cementerio soviético: en él reposan decenas de caídos en la II Guerra Mundial.
• Barrio holandés: uno de los distritos más bonitos de Potsdam, con casas de ladrillo de estilo neerlandés.

Tuvimos una pausa para comer y sobre las 16:00 nos llevaron de vuelta a Berlín. Es una excursión que dura casi todo el día, por lo que una vez volváis a Berlín, mi consejo es que vayáis al hotel a descansar, ya que son muchos días y es mejor reponer fuerzas para los dos días siguientes.

Por la mañana fuimos hasta la Isla de los Museos. Y aunque se le llama la Isla de los Museos, en realidad es únicamente la mitad norte de la isla Spreeinsel, una isla en pleno centro de Berlín rodeada por el río Spree.

La Isla de los Museos se llama así, cómo no, por la cantidad de museos situados en la zona. Durante la II Guerra Mundial se destruyeron varios de estos museos y otros fueron dañados, pero en la actualidad se ha reconstruido la zona y se ha convertido por méritos propios en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Eso sí, ten en cuenta que la reconstrucción sigue en marcha, por lo que puede que te encuentres parte de la isla y sus edificios en obras.

Entre los museos que se encuentran en la isla, los más importantes son:

• Museo de Pérgamo: quizá uno de los museos más atractivos y que por desgracia permanecerá cerrado hasta 2027 por reformas. El museo se centra en Grecia (destacando la ciudad de Pérgamo), Roma, Mesopotamia y el Próximo Oriente. Contiene grandes obras arquitectónicas como el Altar de Zeus de Pérgamo o la Puerta de Istar de Babilonia. La verdad que el museo es una pasada, aunque solo veas la puerta de Babilonia ya merece la pena entrar en el museo.
• Neues Museum o Museo Nuevo: totalmente reconstruido a principios de este siglo tras los daños sufridos en la II Guerra Mundial, el Neues Museum alberga obras de la cultura egipcia como varias momias o el busto de Nefertiti, también piezas bárbaras o incluso elementos de las edades de Piedra, Bronce y Hierro.
• Altes Museum o Museo Antiguo: como su nombre indica, este es el museo más antiguo de la Isla de los Museos (es de principios del XIX). Centrado en obras y esculturas griegas y romanas, contiene una de las mayores y más importante colección numismática del mundo.
• Museo Bode: situado en la punta norte de la Isla de los Museos, el Bode es uno de los museos más importantes de Berlín. En sus salas podrás encontrar una colección enorme de esculturas, entre las que destacan La Madonna Pazzi de Donatello o La Bailarina de Canova.
  Galería Nacional. Esta galería de arte contiene una de las colecciones más importantes de obras de entre finales del XVIII a principios del XX. Podrás ver cuadros de Monet, Renoir, Friedrich o Manet entre muchos otros.

Nosotros solo visitamos el Pérgamo y el Neues, y vimos solo lo principal para que nos diese tiempo a comer y por la tarde hacer el tour del barrio judío.

Fue un tour diferente y entretenido, cargado de historia. El recorrido que hicimos fue el siguiente:

• Plaza Rosenstrasse: se trata de una calle con mucha historia. Se encuentra el monumento Block der Frauen (Bloque de las mujeres), detuvieron a más de 6.000 personas, entre ellos 1.800 varones desposados con mujeres alemanas. Las esposas de estos hombres se manifestaron pacíficamente contra la deportación de sus maridos frente a la casa donde estaban retenidos.
• Los Hackesche Höfe: los patios del barrio judío de Berlín se remontan al año 1906, cuando por entonces se construyeron una serie de edificios de uso mixto, o sea, tanto para viviendas como para oficinas e incluso pequeñas fábricas. En concreto, es una sucesión de ocho patios interiores que se conectan por pasajes entre edificios de arquitectura modernista, entre las calles Rosenthale y Sophienstraße.
• Sinagoga Nueva: se trata de uno de los edificios más emblemáticos y bellos del barrio que está ubicada en la calle Oranienburger Strasse. Lamentablemente, la sinagoga original sufrió serios daños en la noche de Progrom en 1938 y durante los bombardeos aliados. Hoy en día la Sinagoga Nueva es un centro de enseñanza y una fundación. En el interior hay una exposición permanente que muestra la historia del edificio y del barrio.
• Antiguo Cementerio Judío de Berlín: se trata de una obra de los artistas alemanes Will y Mark Lambert, en memoria de los miles de judíos deportados durante el nazismo. Varios de los edificios de esa misma calle se han mantenido intactos tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
• Stolpersteine: a lo largo de las calles del Barrio Judío de Berlín se pueden ver pequeñas placas doradas con el nombre de la familia judía que habitó esa casa y fue deportada a un campo de exterminio. Es una obra del artista Gunter Demnig llamada Stolpersteine, un proyecto vivo que sigue creciendo día a día con las aportaciones de los familiares de las víctimas.

• Edificio del Reichstag: Fue la sede del Reichstag en tiempos del II Imperio alemán (1871-1918) y más tarde del parlamento de la República de Weimar (1919-1933). Desde 1994 se reúne allí cada cinco años la Asamblea Federal (Bundesversammlung) para elegir al presidente de Alemania (Bundespräsident) y desde 1999 es el lugar de reunión del parlamento alemán (Bundestag). Su visita es gratuita, pero hay que reservar online o una vez allí. Tienes toda la información aquí.
• Museo de Historia Alemana: en el moderno Pei-Bau se pueden ver exposiciones temporales dedicadas tanto a épocas y acontecimientos históricos formativos como a la evolución social de Alemania. Es un museo impactante, ya que tiene fotos de Hitler, uniformes de las SS, entre otros, vídeos sobre la liberación de los campos de concentración, etc. El museo bien merece unas 2-3 horas.

Para este día no hemos incluido mucho más, ya que es posible que sea el día que tenéis que coger un avión, o bien porque queréis repetir algún lugar de la ciudad o simplemente estar más de relax por Berlín. Puedes combinar el itinerario como quieras, añadiendo o eliminando lo que consideres, e incluso puedes repetir lugares. Todavía faltan muchos rincones, así que espero volver pronto para actualizar esta guía de qué ver en Berlín en 7 días.

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